BRECHANDO
10-06-2025
Antonio Quevedo Susunaga
En esta segunda etapa del gobierno de Rubén Rocha Moya, estamos observando un estado en crisis economía, lastimado severamente por la violencia, desanimado por el toque de queda que prevalece y sin futuro político, no hay ningún aspirante a suceder a Rocha que reúna el requisito para rescatar de la tragedia a Sinaloa.
El mayor reclamo que se debe hacer a Morena, es que Sinaloa lo tiene abandonado a su suerte, con un pésimo gobernador que no sabemos cómo es que no lo han sacado, los sinaloenses y sus instituciones están a la deriva.
En dos años más deberá haber elecciones en Sinaloa y observamos es que quienes propone el actual gobierno es a la senadora Imelda Castro, que en su larga carrera política de cobrar en Sinaloa, no ha hecho nada para servirle a los sinaloenses y menos en esta crisis, debido a que se cobija con el manto del actual gobierno.
El otro aspirante, que se menciona es Enrique Inzunza, el brazo derecho de Rocha, que no conocemos cuál es el mérito por el cual es mencionado para suceder al actual gobernador.
Del PRI o del PAN, no hay ninguna figura política que valga la pena, hay empresarios que buscan acomodarse pero sin ofrecer nada a cambio y menos de tener capacidad para rescatar del desastre a esta entidad.
En el sector agrícola, en donde siempre han existido liderazgo, en esta ocasión andan caminando sin rumbo, sin propuesta política que pueda interesarle a la sociedad, el futuro agrícola de Sinaloa está en la incertidumbre, porque su agricultura comercial no recibe apoyo y la pequeña agricultura que recibe los apoyos no logra alcanzar los niveles competitivos que el país reclama.
En el sector agrícola, el único que levantaría las expectativas sería el secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, cuyas raíces son de Mazatlán y que su figura rompe con el esquema que arrastra el gobierno de Rocha Moya.
Es difícil pensar que Julio Berdegué estuviera pensando venir a gobernar su estado con todas las complicaciones que el actual gobierno le está heredando, envuelto en una guerra de violencia entre los narcos Chapos y Mayos, una entidad que en cuatro años no ha realizado ninguna inversión que valga la pena y los tres pilares de su economía que son: la agricultura, el turismo y la pesca, en una crisis espantosa.
Es difícil pensar, aun con todo el optimismo, que en estos dos años los narcos Chapos y Mayos vayan a dejar la guerra de violencia que enfrentan, como que haya cambios que pueda motivar a Sinaloa para que retome el paso de su potencial productivo que traía.
Es imposible que los sinaloenses puedan pensar en el actual secretario de general de gobierno, Feliciano Castro, como el que pueda sustituir a Rocha, más aún en una mujer como Tere Guerra, que ha perdido el prestigio que tenía, debido a que se olvidó de los derechos humanos de los sinaloenses.
El asunto para Morena es un gran reto, cómo podrán enfrentar en una competencia política a los Chapos o a los Mayos, que son los que mandan y ordenan aquí.
Es evidente que estamos ante una situación muy parecida a la que acaban de vivir los de Morena en las elecciones del estado de Durango y Veracruz, en donde la inconformidad del electorado hizo sentir el rumbo de su voto en contra de Morena.
El escenario político de Sinaloa, con rumbo al 2027 esta complicadísimo, no hay futuro para los sinaloenses con estos esquemas de gobierno, aunque obliguen a los de Morena a votar por sus candidatos, en el ambiente se percibe un desánimo que no será posible llenar con los actuales esquemas de la política morenista en Sinaloa y menos con el PAN y el PRI.
antonioquevedosusunaga@gmail.com
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