Al presidente Enrique Peña Nieto le han funcionado las alianzas con el sector empresarial, que tiene influencia determinante en el Partido Acción Nacional, de esa manera ha ganado gubernatura y con el mismo método espera hacer alianza no escrita en el 2018.
En Sinaloa analizó muy bien el escenario político para elegir gobernador, hizo alianza con los empresarios Coppel y otros inversionistas fuertes de la entidad para crear una plataforma y lanzar a un empresario hotelero como Quirino Ordaz Coppel, un candidato que no tenía negativos, que lo veían bien los empresarios de la entidad y lo impuso por encima de los intereses que había de los diversos grupos políticos.
De alguna manera se negoció con el entonces gobernador Mario López Valdez, que se sumó a la tarea electoral y tuvo que garantizar que la candidatura del actual gobernador no se atoraría.
En la práctica política, al que veían los priistas con simpatía y con posibilidades era al senador Aarón Irizar López, pero él y los 10 que aspiraban quedaron como figuras decorativas, esto hizo que el proceso electoral mostrara sus complicaciones que están documentadas en el PRI y en los archivos privados de Mario López Valdez.
Este método seguramente lo aplicará Peña Nieto para designar a su sucesor en el 2018, que está empujando a José Antonio Meade, un funcionario público sin perfil político, que lo mismo fue empleado por los panistas que por los priistas. Y también lo ven bien la gente sin partido.
El constructor de la candidatura de Meade es el presidente Enrique Peña Nieto, que hace algún tiempo le comentó a Juan Pablo Castañón, que pueden tener diferencias, pero ambos coinciden en que no debe llegar Andrés Manuel López Obrador.
En este escenario Peña a través del PRI, sacó de la jugada a Ricardo Anaya, que anda gritando de dolor por los ataques que está recibiendo, pero él no entendió que la disputa por el poder tiene momentos dolorosos.
Y el primer paso lo dieron los contrarios a Anaya, al salirse Felipe Calderón y su esposa del PAN en busca de la “candidatura independiente”, que obviamente saben que no puede ganar, pero que quedan en calidad de cabeza negociadora con el PRI. A esto le llama Enrique Ochoa Reza, estar en “posición de triunfo”. Una alianza entre panistas y el PRI no será fácil vencer.
En el 2018, el PRI y Felipe Calderón, le están apostando a esa parte influyente del sector empresarial que tiene poder, que tiene liderazgo y que buscará de que no vaya a llegar el candidato de Morena.
EL PRI EN SINALOA NO ESTA UNIDO
El dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, el gobernador Quirino Ordaz Coppel y Carlos Gandarilla, tienen mucho trabajo por hacer, primero para convencer al mayor número de priistas que se sume a su causa y a las decisiones que tomarán en el 2018.
La dispersión priista está en todos los sectores, la molestia de los líderes de opinión es evidente porque son tomados más en cuenta personas ajenas al partido que aquellos que han trabajado toda su vida en la “talacha política”.
En realidad, la mayoría de los priistas no han entendido que Ochoa Reza y Peña están renovando el partido, que los corruptos y los viejos líderes no tienen los tradicionales espacios que ocupaban en la política estatal.
Los agricultores desean un cambio en las políticas del campo; los ejidatarios dejaron de ser la garantía del “voto verde” priista; los pescadores viven en el olvido, con una industria quebrada y en la desesperanza; los jóvenes no están cercas del partido. Estos son los obstáculos a los que se enfrentarán en el 2018. La realidad es que la política de intereses no ha cambiado.
Es muy posible que el voto que no estén dispuestos a dar los priistas resentidos, los darán los que hagan alianzas con el PRI.
En este trabajo intenso que le espera al PRI para el 2018, también lo están contemplado los malovistas, como Gerardo Vargas Landeros, que estuvo con sus compañeros priistas en Mazatlán y espera que le abran la posibilidad para el Senado de la República.
En esta lista de compromisos esta Héctor Melesio Cuén Ojeda, que se dice que el PAS caminará amarrado con el PRI en el 2018, esta posibilidad está siendo estudiada por ambos partidos.
Y el voto ciudadano y sin partido, algunos se irán con los independientes y otros seguramente buscarán apoyar a otros candidatos que figurarán en las boletas electorales del 2018.
BRECHANDO
…La intensidad política en Sinaloa está por venir, una vez, que los candidatos alcaldes, diputados federales, locales y senadores entren a la escena política, debido a que esa participación es la que levanta pasiones entre los miembros de los partidos.
…El rector Juan Eulogio Guerra Liera ha impulsado en forma extraordinaria el quehacer editorial en Sinaloa y esta alcanzado niveles internacionales que vale la pena destacar, como el caso de la gran Feria del Libro en Alemania.
…Los candidatos independientes en Sinaloa se han registrado en el Instituto Estatal Electoral, pero de ese total, pocos son los que llegan a cumplir con los requisitos legales y menos los que tienen posibilidades de ganar.
…El otro aspecto es que las mujeres que aspiran a la política no son muy taquilleras y se ha visto en las pasadas contiendas, situación que tendrán que enfrentar con más organización y trabajo político dentro y fuera de sus partidos.
…El día de ayer estuvo en el Programa BRECHANDO, trasmitido por Radio Universidad Autónoma de Sinaloa, el ingeniero Marco Antonio Noriega Salazar, que habló de Sinaloa y los sismos de septiembre. Y la necesidad de que las autoridades estatales y los colegios de ingenieros y arquitecto revisen la normatividad de la construcción.
