VISIÓN SINALOA
13-12-2021
Antonio Quevedo Susunaga
Es fundamental estudiar la relación de los medios de comunicación con los sistemas político o los gobiernos en turno, cómo saber el papel que juegan más allá de su carácter como intermediarios entre los hechos y las audiencias. Los medios masivos son actores empresariales que tienen una parte decisiva en el sistema político.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, conocen bien a los medios de comunicación, como empresas que tienen una definición política, sea el Periódico El Debate, Noroeste, El Sol de Sinaloa, Línea Directa, o cualquier otro medio impreso o digital. Están más allá del romanticismo periodístico de un reportero o un analista.
En la tarea diaria, los medios buscan o construyen las informaciones o noticias, que su equipo de reporteros lleva, redactan, presentan, pero o definen su publicación ni el lugar que ocupará en el medio.
La queja de los medios de comunicación con López Obrador es que no están ganando o recibiendo los recursos del presupuesto como antes, es el caso del Reforma, El Universal, y las televisoras, entre muchos otros. Estos medios tienen compromisos con el sistema político priista y panista, como con sector empresarial que por mucho tiempo fueron beneficiarios del presupuesto oficial.
Estos medios juegan un papel determinante en el ejercicio del poder, en su renovación y en su permanencia.
Esto qué ocurre en México, también en Sinaloa, los medios quieren ganar en este negocio de la difusión de la propaganda oficial y dependiendo de su participación será el papel que jugarán.
En la obra “Cómo mueren las democracias” de los investigadores Steven Levitsky y Daniel Ziblatt, explican con claridad el papel de los medios de comunicación en los países de América Latina, Estados Unidos, Europa o en cualquier parte del mundo. Y cómo participan para imponer gobiernos o derrumbar los llamados gobiernos populistas como es calificado el gobierno de Morena en México.
Los ejemplos son muchos, el caso derrocamiento y asesinato de Salvador Allende en Chile; el de Alberto Fujimori, en Perú y tal parece que este libro de “Cómo mueren las democracias”, tuvo dedicatoria para la campaña en donde ganó Andrés Manuel López Obrador.
En realidad, López Obrador tiene razón, los medios de comunicación son parte de un sistema neoliberal que luchan para recuperar el poder en México, y los medios están haciendo su juego como es su esencia política y económica.
En esta acción de la prensa de México, está vinculada íntimamente al gobierno de Estados Unidos, a las agencias internacionales, que juegan un papel relevante para sustituir gobiernos afines a los intereses económicos de Estados Unidos.
Y un ejemplo de cómo opera dichas acciones es por ejemplo, en el caso de Sinaloa, quieran las autoridades Norteamérica supuestamente investigar al gobernador de Sinaloa, por hechos de campaña que no han documentado.
Es a través de estas noticias infundadas o falsas cómo se le inyecta a la población la dudas y después de repetir la operación, terminan convirtiéndolas en “verdad”.
En México el presidente López Obrador creo la Mañanera que ha convertido en el mejor medio de comunicación que le permite defender sus propuestas de gobierno, aclarar los infundios, contra atacar a los medios llamados “chayoteros”.
Esto no es suficiente, el gobierno debe refundar Notimex con otra orientación, como poder, necesita una agencia de información como la tiene Venezuela, como la dispone el gobierno ruso o norteamericano.
En el caso de Rocha Moya, la mañanera puede crecer en Sinaloa, pero debería contar con una agencia de información oficial o de noticia, parecido a lo que es Línea Directa, este papel lo puede jugar Radio Sinaloa, que cumpla dicha función y tiene cadena estatal. En fin, no hay duda la comunicación se ha revolucionado en muy poco tiempo.
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