El Derecho de Réplica

Manuel Cárdenas Fonseca
Senador

El derecho de réplica constituye un mecanismo legal indispensable y fundamental para la defensa de la vida privada y de los derechos de las personas, en un mundo cada vez más marcado por la información, por el impacto colectivo de los medios de comunicación y de las redes sociales.

Peligrosamente nos estamos acostumbrando a hacer linchamientos mediáticos sin bases y sin sustento y violentando todos los derechos de presunción de inocencia, de ser juzgados por autoridad competente y del debido proceso que nos otorgan a todos los mexicanos la Constitución y las leyes.

La propiedad de una televisora, un periódico o bien una estación de radio; las redes sociales en sus espacios abiertos sustitutos de lo primero; la pluma, el micrófono y la pantalla otorgan a quienes los utilizan un poder prácticamente ilimitado, que si no es usado con responsabilidad puede causar graves daños a muchas personas y a familias completas.

Siempre he sido y seré un firme defensor de la libertad de expresión, pero sobre todo un firme defensor de la ley, que a todos nos regula y nos protege y nos garantiza que nuestros derechos no sean violentados por terceros. Basta de exigir un derecho violando el derecho de otro. La libertad de expresión no debe ni puede constituir un pretexto para infamar, denostar y dañar a terceros sin consecuencias. La libertad de expresión no puede ser invocada para actuar con impunidad y crear estados de excepción.

La libertad de expresión no otorga a los comunicadores licencia para condenar a cualquiera ni para destruir sus vidas personales y profesionales, bajo solamente supuestos. Informar “con conclusiones” sumarias, con juicios tendenciosos que inducen al daño público es muy irresponsable. También en ello va los que inventan noticias y engañan al colectivo que idiotizado se va con lo que ve o lee sin averiguar la fuente o veracidad de lo “informado” y no se diga particulares que con las nuevas herramientas usadas en la comunicación sin fronteras de las redes sociales encuentran la manera de dañar sin ton ni son y, en muchas ocasiones, producto de sus propias frustraciones y abusando de los que en su buena fe e ignorancia creen todo lo que ven y todo o que oyen sin importar la fuente.

Siempre hemos hablado de “verdad jurídica” y de “verdad real” pero hoy estamos dando el peligroso paso de inventar “verdades mediáticas”.

En mi opinión, estas “verdades mediáticas” poco o nada contribuyen al fortalecimiento de nuestras instituciones de procuración y administración de justicia, sino por el contrario, muchas veces vulneran su ya de por sí poca credibilidad social y trastocan la sana convivencia de las partes de la sociedad.

Bajo las premisas de que: “palo dado ni dios lo quita” y de “quien pega primero pega dos veces”, parece muy fácil destruir prestigios e imputar acciones a cualquier persona con razones distintas a la de la propia información.

Reconozco el papel que han jugado los medios de comunicación para dar a conocer y denunciar hechos de corrupción y para lograr que estos sean investigados y castigados por la autoridad competente no sólo en México sino en muchos otros países. Pero todos conocemos casos claros en donde con información al menos inexacta, y sí maliciosa, se investiga, consigna, juzga y condena de manera mediática a personas que ven su vida hecha una verdadera pesadilla, de la cual se vuelve prácticamente imposible despertar.

Reitero que el derecho de réplica establecido en el artículo 6 constitucional y regulado en la ley de la materia, constituye el único mecanismo de defensa legal con que contamos todos los mexicanos para defendernos contra información falsa o inexacta que sea transmitida por cualquier medio de comunicación. Muy a pesar de su tortuosa aplicación irrumpiendo el derecho de justicia pronta y expedita.

Esta garantía mínima no es exclusiva para los políticos, los empresarios o los poderosos, sino es para todos los mexicanos, que en cualquier momento podemos vernos expuestos a ser nombrados por un medio de comunicación o cualquier persona como delincuentes cuando esto no es cierto.

No se trata de encubrir corruptelas y hechos ilícitos, ni de callar opiniones. Se trata de actuar con responsabilidad. Se trata de garantizar a todas las personas, a ti, a mí, a la ama de casa, el padre de familia, el profesionista, el empleado, el político, a los empresarios, a los líderes sociales y a cualquier mexicano, que sus derechos serán respetados.

Se trata de que cada uno cumplamos con responsabilidad el papel que nos corresponde, los medios de comunicación informando oportuna y verazmente de los hechos, opinando y denunciando cuando así lo deseen, pero sobre información veraz y dentro del ámbito legal, y la autoridad investigando los actos ilegales y en su caso consignando, juzgando y condenando, cuando así sea el caso, a las personas que resulten responsables, pero siempre con estricto apego a derecho.

Los medios de comunicación, los “opinadores” y cualesquier persona que use los medios de comunicación públicos, abiertos o privados, tiene sin dudas un importantísimo papel que desempeñar en un mundo cada vez más inmediato e integrado, pero hacerlo con responsabilidad, y todos los mexicanos debemos ejercer el derecho de réplica que nos garantiza la Constitución, cuando haya omisiones, falsedades e inexactitudes en la información que se transmite a través de estos medios, y las autoridades deben, en todo caso de procuración de justicia, ser claras, trasparentes y expeditas. También los juzgadores.

¡Muchas gracias y sean felices!

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@m_cardenasf

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