“El Ciclo Aún No Termina, Que No Nos Roben la Esperanza”

Y no fue la esperanza para México, pero no claudicaremos.

Los mensajes de campaña pretenden motivar al elector para tener en su ánimo el beneficio del voto a favor del emisor del mensaje. Los ciclos de gobierno convierten las elecciones en esperanza de que vaya mejor aun cuando siempre existirán inconformidades sobre cuáles mover la frustración de las masas. En México, a diferencia de muchos otros países, los grupos de poder llegaron jóvenes a su ejercicio y, los que sentados en la mesa de poder tenían edad, han logrado mantenerse o bien tener hijos que los sustituyan sin salirse del pequeño núcleo que dirige los destinos de las masas y, en ello, desde Echeverría, sólo han sido muy pocos los que llegaron accidentalmente y supieron contenerlos para tener un buen desempeño y luego fueron desplazados por no tener correas de trasmisión regresando el ejercicio gubernamental y la dirigencia empresarial a los mismos.

Actualmente, vemos enfrentados a personajes que crecieron juntos en su época madura si bien con diferencia de edad, lo que no fue así en la lucha por el poder gubernamental y, ambos, arropados por los mismos empresarios desde Miguel de la Madrid, con alguna pequeña excepción, hoy enfrentan, por razones de edad, su última batalla sin importarles los daños colaterales (nosotros).

Carlos Salinas de Gortari, que fue el hombre más que fuerte con Miguel de la Madrid y un poderoso presidente para después ser acotado, como ex presidente, por Ernesto Zedillo, recibe los embates mediáticos de parte de Andrés Manuel López Obrador pues no hay forma de que los pueda tener legales y, aquí, también se enfrentan los modos de aquellas juventudes del “echeverrismo” al que, personificado en “Don Luis”, nunca le hicieron absolutamente nada y sigue en su casa de San Jerónimo, pero ahora con un Andrés Manuel que se asume heredero de aquella vorágine del “arriba y adelante” que nos dejó corrupción de pueblo, dirían los “alemanistas” de cuello blanco.

Sobran las fotografías que dan testimonio de cómo Carlos Salinas de Gortari y Andrés Manuel López Obrador caminaron juntos y fueron verduras del mismo cocido. Ambos cortaban frutos en el mismo huerto familiar y crecieron como las odiosas novelas del tigre Azcárraga de almidonado cuello blanco, en la que un hijo creado en pañales de seda le disputa a su medio hermano creado en el patio trasero la herencia familiar, cuando que los genes son los mismos.

Cuando llega Zedillo a la presidencia, ejerce el poder y acota a un Salinas acostumbrado a mandar sin ton ni son a empresarios formados por él (acabó con los banqueros de sangre e hizo a los propios con los casa bolseros y la información de Nafin) y, Zedillo, hubo de navegar la presidencia teniendo al enemigo muy cerca para controlarlo (Luis Téllez y Liébano Saenz). Zedillo libra los embates, sale ileso salvo algún rasguño, pero entrega la presidencia a los salinistas personificados en Fox, quienes quieren dar cuenta de López Obrador, es decir, ese grupo de poder iniciado por Salinas papá y consolidado por el hijo, es fortalecido incrustándoselo a Fox que, como gerente de ellos, tuvo sus privilegios en tanto entregara lo que a sus patrones convenía incluyendo la sobre explotación de petróleo.

El robo descarado de y a Pemex viene desde entonces y eso Andrés Manuel lo sabía y compartía y hasta pozos tomaban. Los hijos “empleitados” saben lo que sucede en casa, toman su parte y se mantienen en espera del momento y dar la zarpada al hermano que consideraron abusivo.

A este tipo de personas, poco le importan los intereses de los gobernados y prevalece en ellos la venganza y el ver postrado al que los “ofendió”. Los dueños del dinero, como hemos visto, son los mismos desde Miguel de la Madrid en que empezaron a acumular dinero para estar listos y apropiarse de los bancos. Vaya jugada de los casa bolseros que tenían la bendición de Onésimo Cepeda y todos en pecado capital absueltos por la cruz y el poder como en las cruzadas.

Con algunos ligeros cambios, muy mínimos, la mafia del poder así membretada por López, para identificar a los facciosos empresarios de Salinas, reinsertados con Fox y ahora en brazos de López, actúa como sabe actuar, acomodándose al lado del Padrino en turno y así lo hace. Andrés, sabe que tiene el anillo en su anular y que las circunstancias le han ayudado para la venganza, sabe que el tiempo trascurrió y es su última jugada y no quiere perder la partida ante aquél hermano menor (de la misma cuña pero con distinto estilo) que se le coló a él y a sus compañeros de juventud “echeverriana”, también sabe que le queda poca vida frente a Carlos y busca desbaratar la parte más sensible de los grandes negocios de Carlos (Pemex) y muy probablemente vaya por alguna reforma al sistema bancario y financiero.

Ahora bien, “la esperanza de México” para los pobres ya no fue, seguirán ayunos de futuro que no sea la dádiva desde el gobierno y, eso, ya lo saben. Aprendieron a vivir así y los tiene contentos el circo y las escenas que les presentan pues, además de las dádivas gubernamentales que no son mayores que las que existían, pero ahora sin padrones para fiscalizar, tienen el de la mayor impunidad que se haya visto mientras el público se distrae con “pilluelos” negociados y un fiscal (Gertz Manero) de su lado y padrino que le detiene a los poderosos que él mismo representa desde el “echeverriato”.

“Arriba y adelante”, “La solución somos todos”, “La renovación moral de la sociedad” (urge), el partido Movimiento para la Regeneración Nacional (que parafrasea a la renovación moral de la sociedad) con el mensaje “La esperanza de México” fue otro fraude a las personas de bien que no alcanzamos a quitarnos el yugo, y, el buen comportamiento de unos no compensa la desfachatez, el abuso, las venganzas, la impunidad y el saqueo del pequeño grupo que comanda la renta de la burocracia.

Ya no fue la esperanza de México en esta vuelta, era la de ellos y no la de nosotros los gobernados, nos engañaron y debemos de cuidarnos de que nos vuelvan a engañar (sin acudir al que defendió el peso como un perro).

Si embargo, los de ellos salen todos a votar y, de nosotros, salimos muy pocos y así no se puede, más mantengo la esperanza, la mía, de vivir en una sociedad bajo el imperio de la ley con personas que sepan respetarla y hacerla respetar, que sea igual para todos y no como sucede en los días que corren.

¡Muchas gracias y sean felices!

cardenasfonseca@hotmail.com

www.manuelcardenasfonseca.mx

@m_cardenasf

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