BRECHANDO
31-05-2022
Antonio Quevedo Susunaga
Las encuestas arrojan resultados positivos para Morena y sus aliados en contra de la Coalición Va por México, tal parece, que no tiene ninguna posibilidad de ganar alguna de las seis gubernaturas, que el próximo domingo renovarán gobernadores en las entidades siguientes: Hidalgo, Aguascalientes, Oaxaca, Quintana Roo, Durango y Tamaulipas.
La tendencia favorable para el movimiento que encabeza Andrés Manuel López Obrador, a través de Morena, no tiene rival y esto lo evidencian las encuestas que ponen como favoritos a los candidatos a gobernador por Morena.
Los estados de Hidalgo, obviamente que la tendencia le favorecía al candidato de Morena, como también en Oaxaca, en donde los gobernadores salientes hicieron algo parecido a lo que hizo el priista en Sinaloa, Quirino Ordaz, que le entregaron a Morena un estado “planchado” para que los candidatos morenita obtuvieran “un triunfo seguro”.
Los dirigentes que encabezan Marko Cortés, del PAN y Alejandro Moreno, del PRI, han hecho todo lo posible para ayudarle a Morena a obtener un triunfo inobjetable con sus pifias cometidas.
El viejo dicho que dice, el “pez por su boca muere” y Alito Moreno quedó anulado como dirigente de su partido por los audios que difundió la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, que tiene en su mente llevarlo a la cárcel, sólo falta que el Instituto Nacional Electoral, haga su trabajo.
En honor a la verdad, Alito Moreno no le sirve a nadie y menos a la Alianza Va por México, porque su desprestigio se lo empató a esta fuerza política que tenía la esperanza de lograr algunos triunfos en los estados en donde se renueva, principalmente en Aguascalientes.
El asunto es que en el 2023 será renovada la gubernatura del Estado de México, que es el máximo bastión del PRI, y todo hace suponer, que Alfredo del Mazo, quiere salir como salió Quirino Ordaz Coppel, que no se le enrede, que no se le investigue, que no los acosen con auditorías y están dispuesto a entregar dicho estado.
De resultar esta entrega del Estado de México, el PRI quedaría prácticamente desnudo y en la lona política, sin posibilidades para intentar hacer algo para el 2024, cuando se venga la elección de presidente de la república, en donde todo mundo considera que Morena no tiene rival.
El otro estado que tienen los priistas es Coahuila, que correría la misma suerte.
El presidente entendió muy bien el juego del poder, trabajo a los gobernadores del PRI, Alejandro Ismael Murat Hinojosa, que deja notar que está encantado con entregar la gubernatura a Morena, seguramente por la protección que recibirá, al igual que Quirino Ordaz Coppel. Es la misma historia del gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, que nada de qué preocuparse al dejar el poder.
El gobernador de Quintana Roo, miembro del PRD, Carlos Manuel Joaquín González, tampoco quiere enredarse con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y evitar andar en los zapatos que ahora trae Alito Moreno, que le hizo al vivo.
El gobernador panista, José Rosas Aispuro, este calladito y dejando que la alternancia se dé en Durango, en el fondo no quiere enredos.
El gobernador que se puso los guantes y está en una pelea muy anticipada es Francisco García Cabeza de Vaca, que no siente lo duro sino lo tupido, con demandas de enriquecimiento inexplicable, de estar implicado con el narco y enfrentar un desafuero que lo puede llevar directo a la cárcel, no tiene un futuro exitoso.
Y esto le puede ocurrir al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, que “la cola” los puede arrastrar a la cárcel.
Es evidente que todo este escenario nos hace pensar que Morena llegará al 2024 con toda la fuerza política y con un absoluto control de los estados del país.
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